El falso himno de los Tercios de Flandes: un mito viralizado
Los Tercios de Flandes, una de las unidades de infantería más emblemáticas del Imperio español, han sido objeto de numerosas representaciones en la cultura popular. Sin embargo, uno de los elementos más difundidos en torno a ellos, un supuesto himno histórico, es en realidad una creación moderna. Este himno, que se ha hecho viral gracias a YouTube, tiene su origen en la serie de televisión «Águila Roja», emitida por TVE en 2010.
La canción apareció por primera vez en el capítulo 31 de la serie, donde fue interpretada por soldados españoles cautivos. Desde entonces, ha sido erróneamente atribuida como un canto auténtico de los Tercios, a pesar de que su autor es Daniel Sánchez de la Hera, compositor especializado en música para cine y televisión. Este fenómeno pone de manifiesto cómo la ficción puede influir en la percepción histórica.
La letra del himno ficticio
El texto de este himno ficticio está lleno de referencias históricas que lo hacen parecer auténtico. Algunos de sus versos mencionan tácticas y símbolos asociados a los Tercios, como «oponiendo picas a caballos» o «Aspa de Borgoña flameando al viento». Estas frases evocan la estrategia militar de los Tercios y su identificación con la Cruz de San Andrés, emblema de las tropas españolas bajo los Austrias.
Sin embargo, la letra no tiene ninguna base histórica. A continuación, se presenta un fragmento del himno:
- «Oponiendo picas a caballos enfrentando arcabuces a piqueros»
- «Con el alma unida por el mismo clero que la sangre corra protegiendo el reino»
- «Aspa de Borgoña flameando al viento Hijos de Santiago grandes son los tercios»
- «Solo tras de muertos capitularemos»
Este tipo de contenido, aunque ficticio, ha contribuido a popularizar la imagen de los Tercios de Flandes, pero también ha generado confusión sobre su verdadera historia. Es importante diferenciar entre la realidad histórica y las licencias creativas de la ficción.
¿Existió realmente un himno de los Tercios de Flandes?
Históricamente, los Tercios de Flandes no contaban con un himno oficial. En el campo de batalla, su avance se caracterizaba por el silencio, acompañado únicamente por el sonido de tambores y pífanos, pequeños instrumentos de viento que marcaban el ritmo de las tropas. Estos sonidos eran interpretados, en muchos casos, por jóvenes conocidos como mozos de tambor.
Los toques militares utilizados por los Tercios se han perdido con el tiempo, y los actuales tienen su origen en el siglo XVIII, durante el reinado de Felipe V. Los primeros himnos militares españoles no aparecieron hasta el siglo XIX, en el contexto de la Guerra de Independencia. Por lo tanto, no existe evidencia de que los Tercios tuvieran un himno distintivo durante su época de actividad.
Canciones populares entre los soldados
Aunque los Tercios no tenían un himno oficial, sí se conservan algunas canciones populares que entonaban los soldados. Estas composiciones, de carácter burlesco y chabacano, reflejaban el espíritu de la época y las vivencias de los combatientes. Un ejemplo recogido por Fernández Latorre en su obra «Historia de la música militar española y uniformes» (1997) hace referencia a la toma de Gaeta en 1504:
- «Gaeta nos es subjeta»
- «y, si quiere el Capitán,
- la rendiremos mañana»
Estas canciones, aunque menos solemnes que un himno, forman parte del legado cultural de los Tercios y ofrecen una visión más cercana y humana de estos soldados. Su conservación permite entender mejor el contexto histórico y las tradiciones de una de las unidades militares más legendarias de España.
El impacto moderno de los Tercios en la cultura popular
En la actualidad, la imagen de los Tercios de Flandes ha trascendido la historia, convirtiéndose en un símbolo de fortaleza y resistencia en la cultura popular. Desde camisetas con frases como «Solo es libre el hombre que no tiene miedo» hasta merchandising que resalta la icónica Aspa de Borgoña, los Tercios representan un legado que sigue inspirando a generaciones.
Uno de los productos más emblemáticos es una camiseta que ilustra a los Tercios enfrentando enemigos con sus picas. Este diseño, combinado con colores llamativos como el rojo desgastado del emblema borgoñón sobre fondo blanco, refleja la estética de batalla de la época, recordando visualmente su valentía en los campos de batalla europeos.
Tácticas y símbolos como elementos de inspiración
Además de productos comerciales, muchas representaciones modernas evocan las formaciones tácticas de los Tercios, como la famosa «cuadro de picas», que les permitió dominar las batallas durante siglos. La Aspa de Borgoña, uno de los símbolos más perdurables, aparece frecuentemente en artículos de colección, desde tazas hasta insignias, revitalizando su asociación con estos soldados legendarios.
El auge de este tipo de objetos no solo alimenta la admiración por los Tercios, sino que también contribuye a difundir su historia entre el público general, acercando su legado a las nuevas generaciones mediante una combinación de cultura histórica y creatividad comercial.