Por qué se duermen las manos
La sensación de hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos es un fenómeno común que, en la mayoría de los casos, se debe a una postura inadecuada. Por ejemplo, al dormir o permanecer sentados de forma incorrecta, podemos dificultar el flujo sanguíneo hacia las manos, lo que provoca que estas se adormezcan.
No obstante, existen diversas causas detrás de este problema, algunas de las cuales pueden ocurrir sin un estímulo previo. Por ello, es fundamental conocer los tipos de hormigueo y saber cuándo es necesario acudir a un médico para evaluar la situación.
Cabe destacar que sentir hormigueo de manera ocasional no siempre debe preocuparnos. Sin embargo, si este síntoma persiste, podría estar asociado a problemas más serios, como lesiones nerviosas, enfermedades metabólicas o trastornos circulatorios.
Tipos de hormigueo
El entumecimiento o hormigueo, conocido como parestesia, se origina por una alteración en las terminaciones nerviosas. Las manos, al ser una zona rica en nervios, son especialmente propensas a experimentar este tipo de trastorno sensorial.
Podemos clasificar los hormigueos según su duración en dos categorías principales: transitorios y crónicos. Aunque estas sensaciones suelen aparecer de manera repentina y no representan un motivo de alarma, es importante buscar atención médica si el hormigueo es persistente o se acompaña de otros síntomas inusuales.
Además, es recomendable consultar a un especialista si el entumecimiento surge tras una lesión en la cabeza, cuello o espalda, ya que podría estar relacionado con un problema más grave. Otro posible motivo podría ser la compresión prolongada de un nervio en algún punto, como ocurre en el síndrome del túnel carpiano.
Cómo actuar ante el hormigueo de manos
Cuando comenzamos a notar una pérdida de sensibilidad en las manos, es posible tomar ciertas medidas para aliviar los síntomas. Actuar rápidamente ante los primeros signos de parestesia puede ayudar a reducir el hormigueo y el entumecimiento.
- Realizar ejercicios suaves de estiramiento y movilidad para mejorar la circulación.
- Evitar mantener posturas prolongadas que puedan comprimir los nervios o vasos sanguíneos.
- Masajear las manos para estimular el flujo sanguíneo.
- Aplicar compresas frías o calientes, dependiendo de la causa, para aliviar la inflamación o relajar los músculos.
Además de estos ejercicios, es crucial adoptar hábitos saludables, como evitar el sedentarismo, dejar de fumar y mantener una dieta equilibrada, que incluya nutrientes esenciales como la vitamina B12. Estos cambios no solo previenen el adormecimiento de las manos, sino que también mejoran la salud general del sistema nervioso y la circulación sanguínea.
Qué causas pueden provocarlo
El hormigueo en las manos puede ser transitorio o crónico, dependiendo de si ocurre de forma ocasional o recurrente. La duración y frecuencia de estas sensaciones están directamente relacionadas con su causa.
Por ejemplo, el entumecimiento transitorio puede deberse a una postura incorrecta al dormir, mientras que el hormigueo crónico podría ser un síntoma de una enfermedad subyacente. A continuación, exploramos algunas de las posibles causas de esta condición.
Compresión de los nervios
Una de las causas más comunes del hormigueo en las manos es la compresión de nervios. Esto ocurre cuando los nervios que recorren los brazos y manos se ven presionados, ya sea por ligamentos, huesos o músculos inflamados. Un ejemplo típico es el síndrome del túnel carpiano, que genera hormigueo y dolor progresivo por la compresión del nervio mediano en la muñeca.
Otra condición similar es la epicondilitis, conocida como «codo de tenista», producida por el uso excesivo del codo, lo que inflama los tendones y puede irradiar el hormigueo hacia los dedos.
Falta de nutrientes
Si el adormecimiento de las manos se acompaña de debilidad muscular, podría estar relacionado con un déficit de nutrientes, especialmente de vitaminas del grupo B. La vitamina B12, en particular, es esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Este nutriente se obtiene principalmente de alimentos de origen animal, como carne, pescado y lácteos. Por otro lado, una dieta desequilibrada o problemas de absorción pueden generar deficiencias, causando síntomas como el hormigueo.
Mala circulación
El hormigueo en las manos también puede deberse a problemas de circulación, como ocurre en casos de presión arterial alta o arteriosclerosis. Estas condiciones reducen el flujo sanguíneo hacia los tejidos, causando molestias como calambres y adormecimiento.
Adoptar medidas como mantener una dieta sana, alejarse del sedentarismo y reducir el estrés puede mejorar el flujo sanguíneo y prevenir estos episodios.
Lesiones o traumatismos
Las manos están constantemente expuestas a lesiones, que también pueden provocar hormigueo. Fracturas, esguinces o incluso microtraumatismos por actividades repetitivas pueden afectar los nervios y vasos sanguíneos, generando esta sensación.
En caso de lesiones importantes, lo mejor es acudir al médico de inmediato para evitar complicaciones mayores.
Hernia discal
Una hernia discal puede ser otra causa de adormecimiento en las manos. Este problema ocurre cuando uno de los discos de la columna vertebral se rompe o desgasta, desplazándose hacia la raíz nerviosa.
Como resultado, el disco ejerce presión sobre los nervios, lo que provoca dolor que se irradia hacia los brazos y manos, acompañado de entumecimiento. Este tipo de compresión nerviosa requiere atención médica para evitar complicaciones mayores.
Enfermedades crónicas
Enfermedades como la diabetes mal controlada o el síndrome de Raynaud también pueden ocasionar este síntoma. La diabetes crónica daña los nervios con el tiempo, mientras que el síndrome de Raynaud afecta la circulación periférica debido a contracciones exageradas de los vasos sanguíneos.
Un tratamiento adecuado, junto con cambios en el estilo de vida, puede aliviar los síntomas a largo plazo y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Cómo prevenir el adormecimiento en las manos
El adormecimiento en las manos puede prevenirse tomando medidas para proteger la salud general del sistema nervioso y circulatorio. Aquí te presentamos algunas recomendaciones:
- Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos y tendones de las manos.
- Evitar posturas prolongadas que compriman los nervios o limiten la circulación sanguínea.
- Usar equipos ergonómicos, como almohadillas para muñecas, si trabajas con ordenadores.
- Mantener una alimentación equilibrada rica en vitaminas del grupo B, especialmente la B12.
Además, implementar técnicas de relajación para disminuir el estrés y controlar enfermedades preexistentes, como la diabetes, puede ser clave para prevenir episodios recurrentes de hormigueo.